jueves, 7 de junio de 2012

y la pala.

Lo enterraremos todo,

los brazos, el movimiento y la pala,

la pasión de los viernes,

la bandera de andar solos,

la pobreza, esa deuda,

la riqueza, esa otra.



Lo enterraremos hasta con sabiduría,

cortando sabiamente los terrones,

o cortándolos sin darnos cuenta, sabiamente.



Un resto de mirada

quedará flotando como un pincel absurdo

sobre la tregua doblemente fiel de todo ausente.

Y menos mal que no habrá nadie

para escarbar luego bien hondo

y descubrir que no hay nada enterrado.


Roberto Juarroz.

atrocidades

Hombres inocentes y hombres asesinos
   todos somos el mismo hombre
        y todos confesamos crímenes atroces
          los esclavos negros
             confiesan que conservan
                                         la fe.


Y yo confieso
          que quemé la fe
                    y luego vendí sus cenizas


                                                               

Pedro Casariego Córdoba
La voz de Mallick
.

Nunca seré guapo ni famoso. No dejaré una pequeña ciudad para ir a la capital. No voy a ser general, ni comisario del pueblo, ni científico, ni corredor, ni aventurero. Toda mi vida he soñado con un amor extraordinario. Pronto volveré a mi viejo apartamento, a esa habitación con su aterradora cama. Los vecinos, allí, son desagradables. Está la viuda Prokopovich. Tiene unos cuarenta y cinco años, pero la gente del edificio todavía la llama Anechka. Prepara la comida para la cooperativa de peluqueros. Ha instalado la cocina en el pasillo. En un hueco mal iluminado está el hornillo. Da de comer a los gatos. Con movimientos galvánicos, los gatos silenciosos y delgados vuelan sin cesar a sus manos. Les lanza menudillos. Por eso, el suelo parece adornado de escupitajos de nácar. Una vez, resbalé al pisar un corazón, un corazón pequeño y duro como una castaña. La mujer se pasea con venas de animales y rodeada de gatos. En su mano refulge un cuchillo. Rompe los intestinos con los codos, igual que una princesa se abriría paso entre telarañas.

Yuri Olesha.
Envidia.






martes, 5 de junio de 2012


Uno se sentó a su lado y el otro se sentó enfrente de él de espaldas al viaje. Uno tenía que viajar de espaldas porque el dinero del estado tenía una cara para cada reverso y un reverso para cada cara y ellos viajan con el dinero del estado lo cual es incesto. Las monedas tienen una mujer de un lado y un búfalo del otro; dos caras y ninguna espalda.

Mientras agonizo.
William Faulkner.

lunes, 14 de mayo de 2012

El arder

Si nuestra vida carece de azufre, es decir, de una magia constante, es porque preferimos contemplar nuestros propios actos y perdernos en consideraciones acerca de las formas imaginadas de esos actos y no que ellos nos impulsen.

El teatro y su doble.
A. Artaud.

miércoles, 25 de abril de 2012

S.

Muchas veces tengo la impresión de que estuviéramos en una habitación con dos puertas opuestas, y cada uno tuviera aferrada la manija de una puerta, y apenas uno mueve los párpados ya está el otro detrás de su puerta, y ahora basta que el primero diga una sola palabra para que el otro cierre su puerta tras de si y desaparezca. Volverá a abrir la puerta, por su puesto, ya que tal vez es una habitación que no puede abandonarse. Si por lo menos el primero no se pareciera tan exactamente al segundo, si se quedara quieto, si por lo menos no aparentara mirar al segundo, si se dedicara a poner lentamente en orden el cuarto, como si fuera un cuarto como todos los demás; pero en cambio hace exactamente lo mismo que el otro junto a su puerta, y a veces se encuentran ambos cada uno detrás de su puerta, y la hermosa habitación queda vacía.

Kafka. Cartas a Milena.

lunes, 27 de febrero de 2012

Sino dramático

"El contexto fundamental para la pena es la pérdida, los hombres han sido educados para no llorar, hasta ese grado su pena acumulada forma una barrera primitiva a arriesgarse a sentir apego hacia otros [...] conectan casa emoción angustiosa con cierto tipo de contexto. Presupone que ciertos contextos inevitables son parte de la condición humana: apego y pérdida, seguridad y peligro, realización y frustración".

"Las consecuencias de la emoción reprimida es que interfiere en la camaradería y el espíritu de colaboración , aislando a los individuos unos de otros. Cuando ocurre la descarga emocional, se evitan esas claras consecuencias. La persona se vuelve más tolerante, se restaura la capacidad de pensamiento y percepción, así como la camaradería y el espíritu de colaboración. Por esto, la descarga colectiva en un marco social, como el teatro o el rito, tiene poderosos efectos sociales así como psicológicos. Las sensaciones de alivio de la tensión, mayor claridad de pensamiento y percepción e intensificada camaradería que sigue a la catarsis colectiva hace surgir fuerzas extremadamente poderosas de cohesión y solidaridad de grupo".

"En este sentido, pienso que el duende es el acto expresivo capaz de lograr la función emotiva y catárquica que venimos hablando".

"Es en la representación dramática donde se conectan ámbitos culturales como las emociones, los valores y comportamientos en una sistemática de regulación entrópica que da cuenta del grado de desorden y negatividad comunal dirigiendo el proceso hacia una regulación positiva de las ambivalencias sociales e individuales"

Scheff, T.J.
"La catarsis en la curación, el rito y el drama"
Lo cita Manuel Lorente en
Enigma y fatalidad en el drama musical. Cantes de borrachos y gente perdida

viernes, 3 de febrero de 2012

El destino funesto de Nínive

Del libro del profeta Sofonías
Arte persa.
Margaret Bulley.

El señor extenderá su mano contra el norte y destruirá Asiria ; y dejará a Nínive desolada, árida como el desierto. Y los rebaños, todos los animales de los pueblos, caerán tumbados: desde entonces, tanto el pelícano como el puerco espín habitarán en los capiteles; su voz cantará en las ventanas; habrá desolación en los umbrales. Esta es la alegre ciudad que vivía confiada, que decía en su corazón aquí estoy, y no hay nada aparte de mí. ahora se ha vuelto una desolación y una guarida para las fieras. Todo el que pasa junto a ella silbará y agitará su mano.