lunes, 27 de febrero de 2012

Sino dramático

"El contexto fundamental para la pena es la pérdida, los hombres han sido educados para no llorar, hasta ese grado su pena acumulada forma una barrera primitiva a arriesgarse a sentir apego hacia otros [...] conectan casa emoción angustiosa con cierto tipo de contexto. Presupone que ciertos contextos inevitables son parte de la condición humana: apego y pérdida, seguridad y peligro, realización y frustración".

"Las consecuencias de la emoción reprimida es que interfiere en la camaradería y el espíritu de colaboración , aislando a los individuos unos de otros. Cuando ocurre la descarga emocional, se evitan esas claras consecuencias. La persona se vuelve más tolerante, se restaura la capacidad de pensamiento y percepción, así como la camaradería y el espíritu de colaboración. Por esto, la descarga colectiva en un marco social, como el teatro o el rito, tiene poderosos efectos sociales así como psicológicos. Las sensaciones de alivio de la tensión, mayor claridad de pensamiento y percepción e intensificada camaradería que sigue a la catarsis colectiva hace surgir fuerzas extremadamente poderosas de cohesión y solidaridad de grupo".

"En este sentido, pienso que el duende es el acto expresivo capaz de lograr la función emotiva y catárquica que venimos hablando".

"Es en la representación dramática donde se conectan ámbitos culturales como las emociones, los valores y comportamientos en una sistemática de regulación entrópica que da cuenta del grado de desorden y negatividad comunal dirigiendo el proceso hacia una regulación positiva de las ambivalencias sociales e individuales"

Scheff, T.J.
"La catarsis en la curación, el rito y el drama"
Lo cita Manuel Lorente en
Enigma y fatalidad en el drama musical. Cantes de borrachos y gente perdida

viernes, 3 de febrero de 2012

El destino funesto de Nínive

Del libro del profeta Sofonías
Arte persa.
Margaret Bulley.

El señor extenderá su mano contra el norte y destruirá Asiria ; y dejará a Nínive desolada, árida como el desierto. Y los rebaños, todos los animales de los pueblos, caerán tumbados: desde entonces, tanto el pelícano como el puerco espín habitarán en los capiteles; su voz cantará en las ventanas; habrá desolación en los umbrales. Esta es la alegre ciudad que vivía confiada, que decía en su corazón aquí estoy, y no hay nada aparte de mí. ahora se ha vuelto una desolación y una guarida para las fieras. Todo el que pasa junto a ella silbará y agitará su mano.