Lamento por el día español de Raf Maloney
entre las cosas que Raf Maloney tenía
había una dinámica de la penetración orgánica y moral
una fisiología de la continuidad del cuerpo
una ética de la sensibilidad nerviosa
ninguna de la cual le servía para nada
se lo veía oscurecer día tras día
mirando al este en estado de inocencia
sin llorar eso sí raf maloney no llora
había también una melancolía también grande gorda marrón
y sobre todo un pájaro raf maloney
cuidaba a un pájaro de cuello largo frío
en una pared de su casa
"pájaro" le decía al pájaro "¿te crece el cuello para ver
los pensamientos que te suben del corazón?" le decía raf
maloney
"¿para palparlos mucho y medirlos?" le decía
pero el pájaro callaba completamente.
Juan Gelman.
Los poemas de Sidney West.
"... el que está solo, de noche se vuelve hacia la pared para hablarte. Sabe lo que te animaba. Viene a compartir el día. Ha observado con tus ojos. Ha escuchado con tus oídos. Siempre tiene cosas para decirte."
Henri Michaux.
Nosotros dos aún. (1948)
martes, 20 de diciembre de 2011
miércoles, 5 de octubre de 2011
El otro por sí mismo
"La seducción no es un tema que se oponga a otros, o que resuelva otros. La seducción es lo que seduce, y basta"
"La seducción no es lo que se opone a la producción, sino lo que la seduce; de la misma manera que la ausencia no es lo que se opone a la presencia, sino lo que la seduce, el mal no lo que se opone al bien, sino que lo seduce, o lo femenino no lo que se opone a lo masculino, sino lo que lo seduce. Cabe imaginar una teoría que trate de los signos, de los términos y los valores en su atracción seductora, y no en su contraste u oposición regulada. Que rompa definitivamente la especularidad del signo y en la que todo se juegue ya no en términos de distinción o equivalencia, sino de duelo y reversibilidad. En suma, una teoría seductora del lenguaje"
Jean Baudrillard
"La seducción no es lo que se opone a la producción, sino lo que la seduce; de la misma manera que la ausencia no es lo que se opone a la presencia, sino lo que la seduce, el mal no lo que se opone al bien, sino que lo seduce, o lo femenino no lo que se opone a lo masculino, sino lo que lo seduce. Cabe imaginar una teoría que trate de los signos, de los términos y los valores en su atracción seductora, y no en su contraste u oposición regulada. Que rompa definitivamente la especularidad del signo y en la que todo se juegue ya no en términos de distinción o equivalencia, sino de duelo y reversibilidad. En suma, una teoría seductora del lenguaje"
Jean Baudrillard
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